viernes, 6 de marzo de 2009

MARÍA ADELA AGUDO


Presencia de la carne
Sube en mí tu presencia
como la luna llena.
Mujer de clara sangre
y de palabra lenta.
Se enciende en el silencio
la lealtad de tu carne.
Tu perfil gravemente
va invadiendo la tarde.
Nada es tuyo en tu cuerpo
toda eres del aire.
Eres toda del tiempo
y toda del paisaje.
Pura lección del ala
liviana flor del trino.

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