sábado, 15 de noviembre de 2014

MIGUEL ÁNGEL LORENZO




EXILIO

Exilio,
Es el dolor de sentir
Que se está lejos y solo;
Sangrando las manos
De tanto acariciar quimeras

Estar prisionero
Sobre tanta tierra;
Mirar el cielo,
Y ver que no es
El mismo de nuestro barrio

Esperar en vano
Aquel tren expreso,
y sabemos que nunca llegará,
Y nos convencemos entonces
Que estamos tan lejos
De la patria perdida.
Y tenemos miedo ya
De no ver nunca más
El vuelo de las golondrinas
Los rosados atardeceres,
O el rostro de aquella mujer
Que tanto amamos.

No ver nuestro árbol favorito
O la luz determinada,
del sol, y la tierra lejana.
No volver a caminar,
por esas calles y esas plazas.

Exilio:
Es la herida imaginada
De los amantes separados.
El dolor del tiempo
Y la distancia;
Entre la partida…
Y el regreso…


 EXÉGESIS

quiero encontrar, tras la mirada,
aunque los recuerdos ya lejanos,
de algún mundo imaginario,
nacidos de cristales y de sueños.

Encontrar, los sueños dorados,
Los árboles del paraíso perdido,
El mundo mágico de los niños,
Que los hombres destrozaron…

Dejando detrás de pequeñas alegrías,
Huellas hondas, de grandes dolores,
Quizás, los dioses se olvidaron,
De pintar los pájaros de colores.

También, los dioses, olvidaron,
Del perfume de las flores,
Del hambre de los niños pobres,
Y de darles a los duendes un corazón.

Nadie sabe ya, si un niño muere,
 Y cuando una madre llora su muerte,
Bajo la luz de un árbol rutilante,
Una estrella, apaga su luz un instante.

Miro el cielo, y veo gélida luna,
Y al mirarla siento, la piel mojada,
No sé, si es el rocío, o la bruma,
O era Dios, que por mí lloraba.


 IMÁGENES PERDIDAS

Un camino
De soles ausentes,
Sobre las piedras gastadas,
Algunas flores marchitas,
Deshojadas sobre el alma.

Silencios de viejos retratos,
Son los sueños que mueren,
Y quedan anclados
En marginados continentes.

Vigilia de horas sin luces,
Duendes que atrapan
Y devoran
La imagen buscada

Y vuelve la noche torturante,
Y el miedo visceral
De no encontrarlas

Duelen…
Y aún así las busco,
Imágenes lejanas,
Perdidas,
Tras algún camino,
Retorno de madrugadas
Sobre las piedras gastadas.

Imágenes perdidas
Quiero encontrarlas…



 Miguel Ángel Lorenzo había nacido en Córdoba pero terminó su vida como un santiagueño más. En el verano del año 2005 la dama de negro se lo llevó a otras geografías. Para quienes lo conocimos y disfrutamos su amistad, Miguel, un hombre como cualquiera de nosotros, fue un referente indiscutido de la poesía de Fernández. Hoy, queremos rescatarlo del olvido injusto con estos poemas de su libro Nostalgias y recuerdos.

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