Nadie
le dijo nunca qué es la poesía
le dijeron que no debía comer con las manos
ni ensuciar su ropa
le prohibieron mirar descaradamente a su alrededor
y comer las tortas de barro y flores con las que
jugaba
le enseñaron a no mentir ni a robar ni a engañar
mientras ellos mentían, robaban y engañaban
le contaron el cuento de los siete cabritos
le leyeron algunas historias de las 1001 de sus
antepasados
y otras de un pueblo lejano llamado Nazaret
y de algunos héroes con nombres de perros (sus
perros)
Sansón, Sultán, Diana, Apolo, Jonás, Jesús, Josué
(miles de animales pasaron por su casa)
pero nunca, nunca le dijeron qué es la poesía
eso tuvo que aprenderlo sola, a fuerza de golpes y
noches de insomnio
la mujer habla de su vida
se avergüenza de algunas cosas
se retrae y se abullona en la silla
la habitación es grande pero parece pequeña
ante la invasión de libros y papeles
libros hasta en el piso y el techo
la mujer se transforma en niña
al recordar a su padre
un gran hombre con el que cantábamos tangos
los ojos se le humedecen y la voz se le escapa
vuelo de pájaros invisibles salen de su garganta
el eco de un violín a medio madurar
un poeta habla de su vida personal
y quien compartió sábanas con él
es traicionado al verse envuelto en un poema
dormir con él ha sido el mayor adjetivo de mi vida
dice recordando el amor entre los brazos de ese hombre
con cara de malo y tristeza en la piel
quisiera poder captar la luz de su mirada con mi cámara
pero todas herramientas y la ciencia son inútiles
a la hora de captar la esencia del amor
que ahora puedo palpar en una mujer despeinada
sin rímel sin pereza sola sola con su amor en la memoria de su piel
no quería bañarme, para no perder su olor
y ese amor cursi que ella narra como si fuera el único amor
es entendible en toda la historia de la poesía
porque al enamorarnos nos volvemos únicos
y cada amor inaugura y celebra al amor
brindamos y cada una sigue su vida con sendos equipajes
se avergüenza de algunas cosas
se retrae y se abullona en la silla
la habitación es grande pero parece pequeña
ante la invasión de libros y papeles
libros hasta en el piso y el techo
la mujer se transforma en niña
al recordar a su padre
un gran hombre con el que cantábamos tangos
los ojos se le humedecen y la voz se le escapa
vuelo de pájaros invisibles salen de su garganta
el eco de un violín a medio madurar
un poeta habla de su vida personal
y quien compartió sábanas con él
es traicionado al verse envuelto en un poema
dormir con él ha sido el mayor adjetivo de mi vida
dice recordando el amor entre los brazos de ese hombre
con cara de malo y tristeza en la piel
quisiera poder captar la luz de su mirada con mi cámara
pero todas herramientas y la ciencia son inútiles
a la hora de captar la esencia del amor
que ahora puedo palpar en una mujer despeinada
sin rímel sin pereza sola sola con su amor en la memoria de su piel
no quería bañarme, para no perder su olor
y ese amor cursi que ella narra como si fuera el único amor
es entendible en toda la historia de la poesía
porque al enamorarnos nos volvemos únicos
y cada amor inaugura y celebra al amor
brindamos y cada una sigue su vida con sendos equipajes
Esa mujer tiene atrapado un tango
entre las piernas
y cuando las abre
la música se filtra por los poros.
No puedo evitar,
entonces,
bailar sobre ella.
Esa mujer tiene la nostalgia
de los tangos domingueros
escuchados a la orilla
del brasero y de la cruz de ceniza
(para ahuyentar la lluvia
y atraer la melancolía)
Esa mujer me baila
por todo el cuerpo
cuando la lluvia
Ella baila a la intemperie
y se deja penetrar por la lluvia
yo soy la lluvia
La fotógrafa
(para Florencia Rivero)
Ella ve colores
adentro de las sombras
Ella ve cuerpos
donde sólo hay carne
tatúa con sus ojos
las luces
osa detener el tiempo
apropiarse de mis pechos
mi sangre
mi hija
Ella ve la escritura
la poesía
donde sólo estoy yo
La otra
ella se nutre de mí
y quiere sacarme
me devora
de a partes
me parte
me desdibuja
me hace ondas en el agua
ella me usurpa
el lugar de mi cuerpo
y no tengo adónde ir
Ildiko Valeria Nassr nació
en Río Blanco, Jujuy, Argentina, en 1976. Es Licenciada en Letras y ejerce la
docencia en instituciones de nivel medio y universitario. Ha recibido diversos
reconocimientos por su labor literaria. En 2011, participó
del Encuentro Internacional de Microficción “Ondas cortas – Mikrowellen – Short
waves” en la Casa de la Literatura Lettrétage, de Kreuzberg, en Berlín,
Alemania. En 2012, realizaron
un documental sobre su vida y obra: Ildiko. Una mujer. Un poema. Ha publicado Vida de Perros (cuentos, Víctor Manuel
Hanne Ediciones, Salta, 1998), Reunidos
al azar (poesía, Víctor Manuel Hanne Ediciones, Salta, 1999), La niña y el mendigo (poesía, Ediciones
Maktub, Salta 2002), Ser poeta (en coautoría,
poesía, Libros del ututo, 2007), Placeres
cotidianos (microficción, Perro Pila, San Salvador de Jujuy, 2007), Animales feroces (microficción,
Macedonia, Buenos Aires, 2011) y Ni en tus peores pesadillas (microficción, Macedonia, Buenos Aires, 2016)
Textos suyos aparecen
en antologías de poesía y de Microficción nacionales e internacionales. Entre
ellas: El límite de la palabra (Menoscuarto Ediciones, España, 2007),
Monoambientes (DLG-Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, Buenos Aires,
2008), 4 voces de la Microficción argentina I, (DLG-Instituto Movilizador de Fondos
Cooperativos, Buenos Aires, 2009, El microrrelato en Jujuy (Apóstrofe
Ediciones, Jujuy, 2012) y Microrrelatos del Noroeste Argentino (Fondo Editorial
de la Secretaría de Cultura de Salta, 2013)
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