jueves, 31 de enero de 2019

FRANCO RIVERO (Corrientes)


Pulso

la armonía es escuchar que un grillo
no se superpone a un  sapo
ni a una rana
y uno entiende
sin dificultad
sapo
rana
grillo

yo
que no tengo armonía
algo que hago siempre
es acostarme de noche
boca arriba en la ruta

casi nadie pasa aquí
pero no hay silencio

y sobra vía láctea
acostado así

entonces mi corazón
late pequeño entre todo
y soy un anfibio
un insecto más
que entona
por instinto

mi soledad me vuelve afín
me pone en la misma dirección
que el campo

pulso  del mundo
suena tan bien
lato tan bien de anfibio
o de insecto
en el mundo


ryguasume
antes de que el gallo cante
me negarás

canta un gallo en la noche y parece
el dueño del mundo
otros gallos le responden
y todos parecen
los dueños del mundo

el canto abre la noche

imagino
la curva del cogote del gallo
cómo alarga el cuello y luego
lo dobla
cómo consigue esa curva
donde su voz crece
y llega a kilómetros

cómo es que un ave
ni de tres kilos
cubre con su canto
toda la noche
define
su lugar en el mundo
y cambia el silencio
hasta el mito

es la oscuridad la que hace
que el sonido
sea inmenso

y es su voz
otra oscuridad
pero canta

de disminuya velocidad, Editorial Deacá, 2018




Psykhé

de chico decía para mí
por qué será
que a donde vaya yo
se traslada la vida
también me preguntaba
qué era eso de despertarme
y sentir
algo que se despierta conmigo
como dentro de mí

sentía el alma
lo supe cuando el tío basilio
me enseñó la palabra
espíritu
y yo le pregunté qué era
y me dijo
es el alma hijo
todos la tenemos
y cómo es
como aire
dijo
como aire

entonces respiraba con miedo
cada vez que me daba cuenta
de que respiraba

tenés que tomar aire antes
de zambullirte
me decían
para tener más alma
pensaba yo
y era lindo andar
por debajo del agua
con un alma
más grande


los caballos de la infancia

amaba a los padres que llevaban a sus hijos de a caballo
delante de ellos
contra el pecho
los brazos que sujetaban las riendas
cubrían el cuerpo de los niños como un par de alas
los cuidaban
y aunque eso no fuese cierto
los míos solían roncar a dúo
como a mi oído
como de cuna
y decían que los caballos eran peligrosos
historias de terror acerca de una pierna trabada en un estribo
el desboque del animal
la cabeza del jinete azotada una y otra vez
a veces hasta la muerte
pero yo había sentido el corazón de un caballo
en la palma de mi mano de niño
su corazón era más grande que mi mano
y yo le agradecí al abuelo esa magia única
que hasta hoy recuerdo
porque mi corazón latió con esa fuerza
cuando no pude escapar de aquellas manos
y mi no
estaba roto
el infierno es la soledad de un niño
marcado
de noche
de noche yo escuchaba el tranco musical
de algún caballo en el campo
era triste
porque todo
absolutamente todo estaba triste
y entonces escuchaba mi corazón hasta dormirme
fantaseaba con ser ese caballo
me volvía inmenso
fuerte
solo en la noche
y
sin miedo


para las fiestas

donde  mis muertos
viven
yo regreso

lo único
que me sale
es regresar

un muerto es
alguien aún
pero no escucha
y son
las fiestas

yo necesito
decir
necesito
regresar y decir
te quiero
más que nunca

vivo

recuerdo

al muerto
que es mi alguien
y 
no escucha

abuelo abuela papá
mi perra

están
todos sordos 

de ud no viaja asegurado, Editorial Deacá, 2018




estoico                                

cicatricé
miro el dolor sin miedo
a veces froto la marca que quedó
en cada unión de mis partes rotas
porque recuerdo y ya
soy una persona
exageradamente entera
nunca ando sin mi dolor
sin mis cicatrices
sin mi predisposición para sentir
sin mi infierno y sin
mi cielo
eso sí
no me pidan que no cante
aunque mi voz sea horrible


Soy normal

soy normal
me pongo pelotudo cuando llueve
digo que no me gustan las fechas
que estoy en contra de ellas
pero me pican de lo lindo
lloro con ciertas películas
con ciertas canciones
que pongo a propósito
para llorar

me cuesta un perú comer solo
pero hago esa mesa como hago la cama
para mí solo
todos los días
y necesito decirme seguido     está bien
así conmigo
está bien

el vacío da miedo
el vacío es todos los peros
aunque mastique como disfrutando
aunque ocupe toda la cama
plácidamente durmiendo
aunque mantenga la casa limpia
no hay forma
de que haga todo y no piense
que es
para mí solo

a veces escucho una voz
hago tanto silencio que el aire
parece una mano
la siento en el hombro


de vos ahora voz, Editorial Deacá, 2018


Franco Rivero nació en Corrientes, en 1981. Es profesor de Lengua y Literatura, licenciado en Letras por la Universidad Nacional del Noroeste, y doctorando en Semiótica, por la Universidad Nacional de Córdoba. En poesía publicó Vos ahora voz (Deacá, 2014), Usted no viaja asegurado (Deacá, 2016), Situación desbridamiento, Edición Ananga Ranga, Colección LSD (2010) y forma parte de las antologías Ida y Vuelta, poesía contemporánea de Chaco y Corrientes (2007); Poesía Chaqueña: entre la tradición y la vanguardia, Imprenta Kram, Chaco (2009).
"Disminuya velocidad", de Franco Rivero, fue galardonado con el primer premio del Concurso de Letras en la categoría Poesía, año 2017, por el Fondo Nacional de las Artes. Lo editó "Deacá", editorial de Villa Mercedes, San Luis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario