miércoles, 31 de julio de 2019

INÉS ARÁOZ (Tucumán)




Tucumán

Y cuando piso el extendido rodal de oro
Que la piedra echó a mis pies
Sé que estoy ante la abundancia del mundo
Y los mendigos de la ciudad que lo pisan
Son mis hermanos, de entre ellos yo una
Los dueños de la ciudad
(Esta ciudad vieja y luminosa)
Una mano entrega a la otra
La espiga de trigo y cajas vacías
Cosas para portar sobre los hombros
Por la ciudad devastada

Un lapacho, un solo lapacho ha florecido
En toda la ciudad
Y es la luz que la alumbra
Y que se esparce por el suelo y desborda
Los pequeños cráteres de adoquines disueltos


Poema

Cada cifra del poema
Tomaba su valor
Del lugar que mis dedos le asignaban
Sobre el teclado
Y yo, sin palabras, transcribía
Leía una partitura interna
Una voz en realidad, un sonido
Dios.


Iruya

Que puedo decir del paisaje
Si todo lo olvido al segundo
Salvo la imagen de mi cuerpo osado
Mirando en lontananza
Es esto lo que queda: un inmenso
Cuerpo de puro espacio
De puro espacio
Y silencio
Pero sobre todo un muro
La mía frente
Resistiendo ese frasco del vientre
Como un movimiento suave del paisaje
De puro viento en la mía frente
Y además, alcanzo a recordar
Esta piedra en punta
Que me ha traído
Esta piedra que entonces vi
Tornada por el viento ─vi y pensé
Y mis manos hasta ella se llegaron
Y con todo su peso me la traje
Como puede un paisaje, una madre
Llevar a su niño en brazos
Sin más pensar oteando
El espacio profundo
Profundo
Azul
¿Sería azul?


Primavera del 90

Inmejorable el olor de la lluvia, de la flor tierna
Inmejorable la carrera del jugador de pelota que inhala
su vida
Profundamente
Inmejorable el primer destello del sol
En el despertar arisco del soñador

Inmejorable el santiamén que nos fue concedido


Poema
                            Dedicado a Santiago Di Lella

Y los pájaros arrasan el vuelo
Y se hunden en la misma desnudez del agua
Cómo renunciar entonces a esa simple alegría 
¡Oh gran inercia de la gran naturaleza!
La costura más perfecta del más simple motivo:
La vida.


La palabra que arrojo a la otra orilla

Aún me pregunto
Si quien lee estas palabras
Si cada palabra mía en quien las lee
Es contemplación piadosa de su corazón
Sobre un estandarte tendido en el campo de batalla
Ya silencioso
O será cada palabra en el corazón ajeno
Mi última muerte; la más reciente
Que se otorga
Entre bambalinas.

Inés Aráoz nació en San Miguel de Tucumán, Argentina, el 9 de enero de 1945. Realizó estudios de lengua y literatura inglesa y de música en la Universidad Nacional de Tucumán.
Ha publicado: La ecuación y la gracia, 1971; Ciudades, 1981 (mención del jurado del Premio Ricardo Jaimes Freyre, 1981); Mikrokosmos, 1985; Los intersticiales, 1986 (mención especial del jurado del Premio Nacional de Poesía 1984-1987); Ría, 1988 (tercer premio de la Fundación Argentina para la Poesía); Viaje de invierno, 1990; Las historias de Ría, 1993; Balada para Román Schechaj, 1997; La comunidad. Cuadernos de navegación, 2007; Echazón, 2008; Pero la piedra es piedra, 2009; Agüita, 2010; Notas, bocetos y fotogramas, 2011; Rojo torrente de fresas (traducciones del ruso de Anna Ajmátova y Marina Tsvjetáieva), 2012; Barcos y catedrales, 2012 y Haré del silencio mi corona, 2013.


Los poemas fueron tomados de su obra Echazón y otros poemas, disponible en la red en el siguiente enlace: http://ibuk.com.ar/librospdf/araoz_echazon.pdf
La biografía y la fotografía se recuperaron del sitio Web Escritores.org disponible en el siguiente link: https://www.escritores.org/biografias/24833-araoz-ines

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