BIOGRAFÍA DE
LOS DESTRUIDOS
(A Iverna Codina)
La oscura pajarera de los vientos
Abierta al horizonte del olvido.
Los destruidos vuelven del otoño,
Trayendo solitarios sus rebaños exhaustos
Y su inventario largo de polvo multiforme.
Por eso nada, nada, puede matar en ellos
Esa dorada música forestal que desciende
Besando los andamios desde la madrugada.
Nada, el vino que lame con sombras melodiosas
Las rodillas del hombre, seguidor y fraterno,
Porque su pan es duro pretexto de la tierra.
Y su sueño una pena esculpida para siempre
Al pie de una ceniza que, enlutada,
empolló sus despojos en la flor de la nieve.
La oscura pajarera de los vientos
Abierta al horizonte del olvido.
Los destruidos vuelven del otoño,
Trayendo solitarios sus rebaños exhaustos
Y su inventario largo de polvo multiforme.
Por eso nada, nada, puede matar en ellos
Esa dorada música forestal que desciende
Besando los andamios desde la madrugada.
Nada, el vino que lame con sombras melodiosas
Las rodillas del hombre, seguidor y fraterno,
Porque su pan es duro pretexto de la tierra.
Y su sueño una pena esculpida para siempre
Al pie de una ceniza que, enlutada,
empolló sus despojos en la flor de la nieve.
CEREMONIAL
PARA ARQUEÓLOGOS EBRIOS
Quise tocar
el signo de las flores
Y buscar por la esquina de los vientos,
La diadema solar de los quinotos
Sobre la frente de la madrugada.
Quemar la piedra azul de la bengala,
Ésa que alumbra el vértigo del sueño,
Para que crezca tal como se quiere
La devoción carnal de las ciudades.
Y edifiqué tus lúcidos colores
Y rejunté en el pecho entusiasmado
Los juguetes adultos de tus calles,
Hechos a la medida de la gracia.
Pero yo, caminante, me confieso ahora
Que todo fue artilugio del acecho,
Una casual memoria del designio.
¿Quién salpicó la piel del arco iris
Y los faroles de papel de fiesta?
¿Quién enterró la sombra de las cañas
Bajo la nada que a lo ancho crece?
Mis preguntas tienen huecas las palabras.
Mientras mueven las ruinas de tu noche
Los arqueólogos ebrios del fracaso.
Y buscar por la esquina de los vientos,
La diadema solar de los quinotos
Sobre la frente de la madrugada.
Quemar la piedra azul de la bengala,
Ésa que alumbra el vértigo del sueño,
Para que crezca tal como se quiere
La devoción carnal de las ciudades.
Y edifiqué tus lúcidos colores
Y rejunté en el pecho entusiasmado
Los juguetes adultos de tus calles,
Hechos a la medida de la gracia.
Pero yo, caminante, me confieso ahora
Que todo fue artilugio del acecho,
Una casual memoria del designio.
¿Quién salpicó la piel del arco iris
Y los faroles de papel de fiesta?
¿Quién enterró la sombra de las cañas
Bajo la nada que a lo ancho crece?
Mis preguntas tienen huecas las palabras.
Mientras mueven las ruinas de tu noche
Los arqueólogos ebrios del fracaso.
ENVÍO
Luciérnagas del
mundo: uníos,
Para que la noche ciega de los hombres
Tenga sólo tropiezos de ternura.
Para que la noche ciega de los hombres
Tenga sólo tropiezos de ternura.
FORMA
Un extraño monograma de ceniza
Sobre la piel del día imperdonable
El tedio es una larga memoria pisoteada
Y el otoño,
Una lámpara en ruinas repartida,
Derramando horizontes en su asedio de cobre.
Tan solo tú,
Que naces a la izquierda de la lluvia,
Puedes fundar la forma
Melodiosa del aire.
INCOMPARABLE
No hubo peor
exilio que el de la propia tierra.
No hubo peor palabra que la oración en llamas.
No hubo animal más triste que la sombra del hombre,
Espantando fantasmas al romperse en la calle.
No hubo peor palabra que la oración en llamas.
No hubo animal más triste que la sombra del hombre,
Espantando fantasmas al romperse en la calle.
LA SANGRE
SIN FUTURO
Muchachas
que soñaban con encantar la vida
Bajo la resolana del condominio pleno.
¿Qué designios de rabia quebraron su ventura?
¿Qué destrucción escrita se ha cumplido en la tierra?
Acróbatas de un denso perfume inusitado
Tocaron el trigémino de todos los prodigios,
Labrando en los lugares una estación de amantes.
Pero cuando el infierno se desató en las cosas,
Les dejó una llovizna de lodo por las venas.
Bajo la resolana del condominio pleno.
¿Qué designios de rabia quebraron su ventura?
¿Qué destrucción escrita se ha cumplido en la tierra?
Acróbatas de un denso perfume inusitado
Tocaron el trigémino de todos los prodigios,
Labrando en los lugares una estación de amantes.
Pero cuando el infierno se desató en las cosas,
Les dejó una llovizna de lodo por las venas.
Ariel Ferraro (pseudónimo de José Humberto
Pereyra) Los llanos de la Rioja 20 de septiembre de 1925 - 4 de noviembre de
1985, ejerció el periodismo y la docencia.
Es además figura central en un período de la literatura riojana. Integrante del
grupo Calíbar en La Rioja fue un apasionado del arte en todas sus
manifestaciones por lo que se transformó en un personaje ineludible a la hora
de hablar de la literatura riojana.
Hombre de amplia cultura, llegó a diplomarse en Ciencias Religiosas en la
Universidad de Salamanca (España) y obtuvo numerosos reconocimientos.
Considerado el
gran renovador de la lírica riojana, estuvo alejado de su tierra natal muchos
años. Entre sus principales obras podemos mencionar Serenata de greda (1945) El Rabdomante (1966), Antepasados del insomnio (1966), Ceremonial para arqueólogos
ebrios (1983) y Antología
Poética (póstumo) (1997)
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