El viejo poeta
Allá al fondo,
como una madre o una muerte,
la montaña nevada;
y a su lado,
las hojas nuevas de los árboles, labios
de balbuceo y aleluya....
Sube,
hablando a solas,
despidiéndose.
como una madre o una muerte,
la montaña nevada;
y a su lado,
las hojas nuevas de los árboles, labios
de balbuceo y aleluya....
Sube,
hablando a solas,
despidiéndose.
Bar otoño
En medio del humo
y la confusión de las voces y las luces
cae una hoja
apenas
una hoja
de árboles distantes
y leo, una vez más
la escritura del amor
como en las manos o en los ojos
ofrecidos, sonrientes
en una hoja
de relámpagos ocres
que brilla y que se extingue
con su verdad, sus días
sobre la noche
ciega
de la ciudad.
y la confusión de las voces y las luces
cae una hoja
apenas
una hoja
de árboles distantes
y leo, una vez más
la escritura del amor
como en las manos o en los ojos
ofrecidos, sonrientes
en una hoja
de relámpagos ocres
que brilla y que se extingue
con su verdad, sus días
sobre la noche
ciega
de la ciudad.
Canción
Podré reír o llorar o amar o
combatir:
detrás de la risa, el llanto, el fuego,
habrá unos ojos matinales, serios,
y unas hojas de álamos en el cielo.
También
detrás de mis palabras
estarán esas hojas y esos ojos.
Y en mis palabras.
Ojos con que me mirará la muerte;
hojas vivas de Dios
en octubres y marzos y noviembres.
detrás de la risa, el llanto, el fuego,
habrá unos ojos matinales, serios,
y unas hojas de álamos en el cielo.
También
detrás de mis palabras
estarán esas hojas y esos ojos.
Y en mis palabras.
Ojos con que me mirará la muerte;
hojas vivas de Dios
en octubres y marzos y noviembres.
Cielo
Detrás de las torres y el humo
hay una hora de ángeles extendidos
pero ya no sabemos qué anuncian.
Poblado de perfiles sin destino aparente
el cielo es, entonces, igual a tu ausencia
y si un ala o un brazo o una cabeza se apagan
volvemos a las calles, damos la espalda
-incrédulos de milagros-
a la fiesta y las máscaras de la noche.
hay una hora de ángeles extendidos
pero ya no sabemos qué anuncian.
Poblado de perfiles sin destino aparente
el cielo es, entonces, igual a tu ausencia
y si un ala o un brazo o una cabeza se apagan
volvemos a las calles, damos la espalda
-incrédulos de milagros-
a la fiesta y las máscaras de la noche.
Ciudad
Enredado en la trama de las
calles
zumba el corazón su agonía.
(¿Y ésta será tu muerte?)
Hay una plaza: frondas.
Y una fuente en el centro de la plaza.
¿Qué dice el agua cuando sube
y cae
sobre el agua? ¿Una hoja
a otra hoja?
Hay una conversación interrumpida.
(¿Y has de morir de nada,
de silencio?)
zumba el corazón su agonía.
(¿Y ésta será tu muerte?)
Hay una plaza: frondas.
Y una fuente en el centro de la plaza.
¿Qué dice el agua cuando sube
y cae
sobre el agua? ¿Una hoja
a otra hoja?
Hay una conversación interrumpida.
(¿Y has de morir de nada,
de silencio?)
Alejandro Nicotra nació el
15 de enero de 1931. Licenciado en Letras en la Facultad de Filosofía y Letras (UNC,
1959). Publicó una decena de libros, tales como El tiempo hacia la luz (1967); Detrás, las calles (1971); Puertas apagadas (1976); Lugar de reunión (1981); El pan de las abejas y
otros poemas (1983); Desnuda
musa (1988); Hogueras
de San Juan (1993); Cuaderno
abierto (2000); Lugar
de reunión, obra poética (1967-2000) (2004); El
anillo de plata (2005) y De
una palabra a otra (2008). Trabajó como Profesor de Lengua y Literatura en
Institutos de Enseñanza Media y Superior de Villa Dolores (1959-89). Colaboró
con los diarios La Nación (PK), La Prensa (PK), La Capital, La Gaceta de
Tucumán, La Voz del Interior, entre otros. Director de Cultura de la
Municipalidad de Villa Dolores (1992). Miembro Correspondiente de la Academia
Argentina de Letras. Recibió, entre otros premios, la Faja de Honor otorgada
por la Sociedad Argentina de Escritores (1977), El Premio de la Fundación Konex
del quinquenio 1984 – 1988, el Premio Esteban Echeverría (1991) y Premio
Consagración del Gobierno de la Provincia de Córdoba.
Los poemas
fueron seleccionados de la página Web de la Fundación Argentina para la poesía
disponible en http://www.letrasargentinas.com.ar/Poemas.asp?autor=2483
La imagen
fue tomada del sitio Web de kla Fundación Konex
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